Dios los hará VOLVER

En este proceso es importante que nos apropiemos de las promesas que Dios nos ha dado. El no esta jugando ni mintiendo. Cuando clamas a Dios “EL ESCUCHA”, él está atento a tu clamor. No dejes que el desanimo haga que pierdas de vista lo que Dios está anunciando que hará contigo y con tu prodigo.

La palabra de Dios dice en Isaías 37:29 porque contra mí te airaste (ósea te molestaste, te enojaste, rompiste el pacto), y tu arrogancia ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.

Si Dios dice “te haré volver” no hay otra opción, él lo hará volver; esta es la esperanza que tenemos. Él está diciendo “pondré, pues, mi garfio en tu nariz” y ¿Sabes qué?, Dios no puede ser burlado.

Aquí Dios esta anunciando lo que hará con tu conyugue, a causa de tu oración él está en acción para traer restauración a tu vida y a tu matrimonio.

En este versículo hay una advertencia de Dios al prodigo dejándole saber lo que él va a hacer.

Durante los altibajos de los procesos que implican una restauración es válido sentir enojo, lo que no es valido es acostarnos enojados por la injusticia que estamos viviendo ya que tenemos una GRAN promesa de parte de Dios, el Espíritu Santo lo ve todo y es quien hará justicia.

Dios no actuara por nuestra queja o por nuestra malcriadez, el actuara según sus promesas y la capacidad que tenemos de creerlas.

No es momento para investigar la situación de prodigo, ¿qué está haciendo?, ¿con quién esta?, ¿dónde está? No es tiempo de conocer que tan profundo es el lodo cenagoso en el cual esta tu conyugue; es tiempo de creer literalmente lo que sale de la boca de Jehová.

“y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.”

¡Celebremos que tenemos un Dios fiel a su promesa!